Mismo escultor, dos Descendimiento de la Cruz: La relación entre Ayamonte y Jumilla unidos por un mismo escultor.

José Planes Peñalver escultor murciano que une dos ciudades en el mundo de la imaginería

Ayamonte se caracteriza por tener una Semana Santa muy reconocida en la comunidad autónoma de Andalucía. Son innumerables las personas que deciden viajar a Ayamonte en estas fechas para conocer su Semana Santa. Sin dudarlo, una de las cosas que más engrandecen es la relación que puede tener con otros lugares. Son muchos los cofrades que le dicen “La Sevilla Chica”.

En este caso, guarda especial unión con Jumilla, una localidad de Murcia. Su similitud se debe al compartir el mismo escultor para la realización de la misma obra escultórica: Descendimiento de la Cruz.

En Jumilla llega a la Cofradía del Rollo el Descendimiento de la Cruz en 1952. Una Cofradía que nace en 1941 gracias a la unión de amigos y vecinos de un mismo barrio unidos por el anhelo de que Jumilla volviese a tener una Semana Santa. La peculiaridad de esta Cofradía es la cantidad de pasos que tienen, siendo cinco en total, y que procesionan en diferentes días: Miércoles Santo, Jueves Santo, Viernes Santo (mañana y noche) y Domingo de Resurrección. Algo poco común en la zona de Andalucía.

En 1950, la Hermandad del Viernes Santo de Ayamonte encargó al mismo escultor murciano, José Planes Peñalver, la talla del Descendimiento de la Cruz. Una Hermandad que se funda en 1894 para procesionar el Santo Entierro. Actualmente procesiona el Viernes Santo desde la Parroquia de las Angustias las tres imágenes de la Hermandad: Descendimiento de la Cruz, Santo Entierro y Nuestra Señora del Mayor Dolor.

Hecho a nombrar es que la Hermandad anteriormente tenía otro misterio del Descendimiento de la Cruz, popularmente conocido como el de los “Santos Varones”. Un paso con estilo gótico y cómo imagen principal, “Señor sin tripas”, el Cristo de la Buena Muerte. Cristo que posteriormente es cedido a la Hermandad del Lunes Santo para procesionar en solitario. También cómo dato, una de las piadosas mujeres que procesionaban junto al antiguo Descendimiento de la Cruz, llegó a acompañar al Señor Triunfante representando a una mujer del pueblo hebreo hasta la Semana Santa de 2008.

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